Hola, almas queridas.
Llevo un tiempo sin escribir, pero no quería dejaros sin contar una de las experiencias más transformadoras que he vivido últimamente. Estoy bastante fascinada con la vida y con todas las aventuras mágicas que me regala.
🔮 Un “casual” que parecía destino
Hace poco, conversando con una amiga del grupo de emprendedoras, surgió el tema de las constelaciones familiares. Yo había escuchado de pasada sobre esta terapia, pero nunca me había detenido a prestarle atención.
La casualidad (o más bien el destino) quiso que, dentro de ese mismo grupo, una compañera anunciara una sesión grupal de constelaciones. Sentí que era una señal y decidí probar.
🌸 Mujeres, magia y energías danzantes
Cuando llegó el día de la sesión, me encontré con mujeres maravillosas, llenas de luz y con una enorme disposición para sanar y aprender. Ese ambiente en sí ya fue sanador. Qué bonito es descubrir espacios donde compartir y crecer en comunidad.
Durante la sesión experimenté sensaciones que jamás pensé vivir:
- vibraciones internas que se expandían,
- emociones olvidadas que aparecían,
- y una percepción distinta de mis propios conflictos, como si los mirara desde otra dimensión.
La sanación no es instantánea, lo sé. Es un proceso largo, de aceptación y de autoconocimiento. Pero esa chispa que despertó en mí fue pura luz.
🌌 ¿Qué son las constelaciones familiares?
Aunque cada terapeuta tiene su estilo, de forma sencilla podríamos decir que las constelaciones familiares son una terapia sistémica creada por Bert Hellinger que busca identificar los lazos invisibles que heredamos de nuestro sistema familiar.
Muchas veces cargamos con problemas, bloqueos o emociones que no son únicamente nuestros, sino que forman parte de la historia no resuelta de nuestra familia. Las constelaciones permiten ver estas dinámicas de una forma simbólica y energética, para liberarlas y dar un nuevo lugar a cada miembro del sistema.
No es magia ni es religión: es una experiencia vivencial que mezcla la psicología sistémica con un enfoque espiritual de sanación.
🤝 El terapeuta como faro
Siempre he sido crítica con la forma en que a veces el mundo espiritual se comercializa y cómo personas sin verdadera preparación se presentan como terapeutas.
En esta ocasión, tuve la fortuna de encontrarme con alguien profesional, que sabía lo que hacía y que transmitía confianza. Su guía fue un faro que permitió que lo que debía emerger lo hiciera de forma natural.
Si queréis conocerla, podéis encontrar a la terapeuta en Instagram como @artecuerpoalma.
📚 Cuando la curiosidad me llevó a los libros
Después de aquella primera sesión, confieso que me quedé tan fascinada que, en cuanto llegué a casa, abrí Amazon para buscar más información. Sentía la necesidad de comprender con calma lo que había vivido y ponerle palabras a esas sensaciones.
Encontré este libro que me pareció perfecto para empezar:
- Órdenes del Amor de Bert Hellinger – considerado uno de los textos fundamentales sobre constelaciones familiares. Aquí se explican las dinámicas invisibles que rigen nuestros sistemas familiares y que muchas veces condicionan nuestra vida.
No es necesario leer antes de ir a una sesión, pero para mí fue un complemento maravilloso: me ayudó a integrar la experiencia y a seguir reflexionando sobre lo que se movió en aquel encuentro.
🌱 Reflexión personal: mi mirada crítica
Quiero ser honesta con vosotras: durante mucho tiempo sentí desconfianza hacia este tipo de terapias. El mundo espiritual está lleno de belleza, pero también de espejismos. No todas las personas que se presentan como terapeutas tienen la formación, la ética o la experiencia necesarias para guiar a otros.
Por eso, mi consejo es:
- Escucha tu intuición antes de elegir terapeuta.
- Busca referencias, recomendaciones y comprueba su trayectoria.
- Y sobre todo, nunca entregues tu poder personal a nadie. La terapia es un acompañamiento, no una dependencia.
Mi experiencia fue tan positiva porque me encontré con una guía profesional que supo abrir un espacio seguro y lleno de respeto. Esa es la clave.
🌟 Para cerrar: un abrazo de permiso
Las constelaciones familiares me recordaron que la sanación es un camino: de aceptación, de autoconocimiento y también de entrega. No hay fórmulas rápidas ni mágicas, pero sí experiencias que encienden una chispa de luz en nuestro interior.
Tal vez llegue a tu vida cuando estés preparada, tal vez no ahora… y está bien. Pero si alguna vez te sientes llamada a probar, te invito a hacerlo con la mente abierta y el corazón dispuesto.
Déjate sentir. Fluye. Aprende a soltar lo que no te pertenece. Y sobre todo, vive con libertad y alegría.
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Este artículo tiene fines informativos y no sustituye diagnóstico ni tratamiento profesional.
Os quiero, siempre. 🌸✨
Qué chispa tan brillante esta entrada! Me ha encantado leer sobre la danza de las energías en las constelaciones, un tema que me parece tan fascinante como encontrar un calcetín solitario en la lavadora. La forma en que describes las vibraciones y emociones olvidadas es como si dijeras ¡ay, mi estómago también se pone rítmico al escuchar música de Vivaldi!.
Sin embargo, debo confesarte que mi intuición me dice que mi sistema familiar es más una anarquía caótica que un sistema ordenado, así que probablemente mi próxima constelación sea más una pelea por el control remoto que una sesión de sanación. ¡Pero bueno! Me encanta que abres ese espacio para compartir y que te animes a soltar lo que no te pertenece, por si acaso alguien te deja el periódico. 😉💖